SIETE PECADOS
Cuán triste es la sentencia
pues de amor me han desterrado
expulsándome de tus tierras,
separándome de tu espacio.
Ya nada vale la pena
si no estoy contigo a tu lado.
Cometí tantos pecados,
que sin buscarlo me arrestaron:
De avaricia he pecado
por quererte sólo para mí
y nunca haberte soltado
tan egoísta que fui.
Una hermosa mujer
cayó a tus pies rendida,
así la envidia me cegó
al pensar que por ella sentías.
Hambrienta de ti
la gula se apoderó de mi mente;
por calles estrechas te perseguí
hasta en mis brazos tenerte.
Disparaste mi furia en las noches
desatando nuestra unión.
Yo que temía perderme
olvidando la razón.
La ira me invadió
partiendo nuestros lazos,
arrebatándome la paciencia,
negándome también tus abrazos.
Por desatarte con frenesí
desnuda me uní a tus labios;
pequé inevitablemente de lujuria
ignorando tal pecado.
Por fin me dormí en tu regazo,
la pereza apareció.
No quería despertar de tu vera,
mas sucumbí a tus encantos.
Por último, la soberbia me sacudió.
Tu corazón rompí a pedazos
tras descubrir la traición.
Los restos hechos añicos
el viento se los llevó.
"Y estos son los pecados
que me arrancaron la piel,
y al infierno me condenaron
hasta perderte para siempre."
hasta perderte para siempre."
Fátima Rojo
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