domingo, 21 de junio de 2015

HUMILDAD

HUMILDAD

Una mujer de negro vestida
por las calles paseaba, 
de pálida piel enrojecida 
y mejillas aterciopeladas.

Tiritaba de frío al parecer, 
sólo una rebeca llevaba;
de casa en casa aparecía, 
ningún vecino le ayudaba.

En las plazas se paraba a rezar
por si un alma cándida
su historia escuchaba,
pero no más lejos de la realidad, 
nadie atendía sus plegarias;
tan sólo la tristeza,
que en ella confiaba.

El duro abismo le aplastaba.
La nocturnidad le respaldó
a cambio de cobijo,
sufriendo dolorosas bofetadas.

Por más que una puerta golpeara, 
a aquella pobre mujer,
en la penumbra la dejaban;
no sabían nada de ella
ni de su buen corazón, 
¡ni de la bondad con la que contaba! 

Su nombre desconocían, 
de aquella pobre y viejecilla dama
muy amiga de la soledad,
"Humildad", se llamaba.


Srta.Rouge 


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