Cuán triste es la sentencia,
pues de amor me han desterrado,
expulsándome de tus tierras,
separándome de tu espacio ...
Ya nada vale la pena,
si no estoy contigo a tu lado ...
Cometí tantos pecados,
que sin buscarlo, me arrestaron:
De AVARICIA he pecado,
por quererte solo para mí,
y nunca haberte soltado,
de tan egoísta que fuí ...
Un día, pude apreciar que
otra mujer te quería, así
LA ENVIDIA me cegó, al
pensar que por ella sentías ...
Hambrienta, me quedé
con más ganas de tí,
LA GULA se apoderó
de mi mente, y por calles
estrechas te perseguí ...
Disparé mi furia en las frías
noches, por alejarte de mis brazos,
yo que temía perderte,
y no poder seguir tus pasos ...
Así me invadió LA IRA,
partiendo nuestros lazos,
arrebatándome la paciencia,
negándome también tus abrazos ...
Por desatarte con frenesí,
y quedarme desnuda
unida a tus labios,
pequé inevitablemente
de LUJURIA, ignorando tal pecado ...
de LUJURIA, ignorando tal pecado ...
Cuando por fin conseguí dormir
en tu regazo, LA PEREZA aparecía,
y yo no quería despertar
de tu vera, a tus encantos sucumbía ...
y yo no quería despertar
de tu vera, a tus encantos sucumbía ...
Por último, LA SOBERBIA me
sacudió.Tu corazón rompí a
pedazos, tras descubrir tu traición,
pedazos, tras descubrir tu traición,
los restos hechos añicos,
el viento se los llevó ...
el viento se los llevó ...
" Y estos son los pecados que me arrancaron la piel, y al infierno me arrastraron."
Muy ingenioso y pícaro este recorrido por los siete pecados. Saludos, Fátima.
ResponderEliminarMuchas Gracias +Luis de la Rosa .
ResponderEliminarGracias por tus bellas palabras.
Saludos!
Es una forma muy bella de pecar!
ResponderEliminarMuchísimas gracias +Jose Israel Negro Cruz,
ResponderEliminarMe encanta que te haya gustado.
Saludos desde Sevilla.